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Penas

Publicado: 2011-01-21

Ayer estuve en la casa de una amiga con una gente. No había nada que hacer. Decidimos contar penas. No penas de amor, sino historias de terror. Anécdotas escalofriantes.

Eran las 12 en punto cuando decidimos sentarnos y contarnos estas historias. 6 personas éramos los participes de esta reunión. Todo comenzó cuando nos dimos cuenta que no había nada que hacer. Sabíamos que la única forma de divertirnos, de llevar esta reunión a otra dimensión, era contándonos penas o tomando mucho alcohol. Era un grupo muy duro, roño, tacaño, austero, así que elegimos contarnos penas.

Horacio comenzó todo. En sus palabras: “Oye... esteee... hay que contarnos penas”. Ariana y yo pensamos que eran penas de amor -estoy seguro que todos pensaron lo mismo-. Es así que la noche comenzó. Todos sentados en el piso alfombrado de una sala grande. La sala tenía vista a toda la casa y era un espacio muy vacío. Por ello, algunos se sintieron más que observados. Ariana comenzó la noche con una saga de historias escalofriantes. Ariana, la anfitriona, nos contó que en esa casa habían pasado muchas cosas. Ella y yo éramos los más valientes. Yo no creo en Dios, menos en fantasmas, pero me divierten mucho estas historias porque el miedo es un sentimiento que muy pocos se pueden dar el lujo de sentirlo en materia prima. Así, solo, como el diablo lo entregó.

El miedo me hace sentir vivo. El miedo es el único sentimiento que a nadie se le es esquivo. Por más valiente que finjas ser el miedo te alcanzará. Cuando te encuentras caminando a oscuras solo en tu casa, estoy seguro que en algún momento haz tenido la necesidad de voltear para ver si había alguien observándote. Al momento de cerrar tu puerta y de repente sentirte seguro. Ese es el miedo que me gusta. Un sentimiento que tienes que afrontar todos los días. Ya sea el miedo a desaprobar, a los fantasmas, a pisar mal y caerte. De hecho, yendo más allá, el miedo es necesario. Es necesario para sobrevivir. Si no tendríamos miedo caeríamos en la imprudencia. Actos imprudentes que nos pueden causar hasta la muerte.

Wikipedia:

El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano

Volvamos a la historia. Me quedé en que Ariana estaba contando la historia de su casa. Más que de su casa de una historia de paranormalidades que han acompañado a su mama y, por consiguiente, a ella también. Como conclusión adelantada: Lo sobrenatural le pasa a las personas y no a los lugares. Por eso la teoría que dice que la energía se carga en un lugar donde ha pasado un suceso desagradable o de mucha pasión es equívoca. Ariana contó que su mamá constantemente ve a un niño vestido de blanco. Francesco agregó que su papá ve algo parecido. Los dos tórtolos coincidieron en que sus padres tiraban fósforos al suelo como una forma de ahuyentar a los espíritus. Siempre hay esas costumbres de antaño que van desapareciendo conforme pasen los años. Los sucesos del niño vestido blanco pasaban siempre en la cocina solo una vez que su mamá lo vio al costado de su cama. Contó también que una vez su mamá estaba cocinando, ordenando en la cocina cuando de repente se abre una gaveta. Ariana corrió a la cocina asustada por el grito de su mamá. No le creyó pero sabe que su mamá no es loca.

Para terminar con Ariana, que era la que más historias tenía, nos contó que un día como cualquiera llegó a su casa con mucho sueño. A penas a las 8 de la noche decide acostarse. Dice que no había absolutamente nadie en su casa y que en un momento determinado siente una respiración que le irrumpía el sueño. Se había acostado y había apagado absolutamente todas las luces. La puerta del dormitorio contiguo la había cerrado con llave. En ese momento no supo que hacer y lo más racional que pudo pensar era que su mamá había llegado y que la estaba visitando a su habitación.

Decide levantarse de golpe. No vio nada y se vio obligada a sentirse aterrorizada. Conforme pasóel tiempo decide llamar a Francesco para contarle lo que había pasado. Estos empiezan a hablarde estos sucesos paranormales cuando de repente (yo me muero) se prende una luz en la sala. En ese momento Ariana entró en shock y no pudo sostenerse en su delgado cuerpo. Estaba anonadada por todo lo que estaba pasando. Ya muy tarde en la noche se despide de Francesco y procede a dormirse. Habrán sido aproximadamente las 12 de la noche cuando ella ya dormida siente un ruido fuerte en las afueras de su cuarto. Ella, hastiada de estos sucesos, sale con toda la fuerza y

rapidez posibles, evitando algún silencio tenebroso. Salió del cuarto. Lo que menos se imaginaba había sucedido. Era algo totalmente fuera de su sentido de racionalidad. Encontró la puerta de la habitación contigua, la cual ella jura y rejura que la había cerrado, abierta y forzada. En ese momento corre despavorida a su habitación. Cierra su habitación con llave segura que era un ladrón que había irrumpido su casa. Resultaba algo obvio que era un ladrón. Por el susto que tenía se quedó pasmada, sin mover un pelo, mirando la puerta para ver si el delincuente en algún momento entraba o hacía algún ruido que lo delatara.

Se habrá quedado hasta las 5 de la mañana despierta y nadie hizo un solo ruido. Durmió unas dos horas. A las siete de la mañana va a avisarle a su mamá de lo sucedido. Las dos se fijan en la puerta que había sido ultrajada. Ariana otra vez se quedó sorprendida. Vio que la puerta estaba virgen y con llave. Ariana pensó que pudo haber sido un sueño. Hasta ahora piensa que lo que vivió fue totalmente real.


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