(La foto es de aquí)

Octubre de 2010: Jose Alejandro Godoy se convierte en el primer bloguero lationamerico condenado por “difamación”; se inician diferentes muestras de rechazo en blogs, Facebook y Twitter con el hashtag #fuerzagodoy.

11 de Noviembre de 2010: el bloguero Ryohnosuke descubre un cambio en los contratos de Speedy, con lo cual se intentaría limitar el acceso a internet en el Perú.

6 de Diciembre de 2010: en respuesta a las acciones tomadas por el gobierno norteamericano y la República Popular China sobre Wikileaks, el grupo de internet Anonymous inicia la denominada Operation Payback, considerada la primera guerra cibernética. Seguirían con diferentes acciones como Operation Paperstorm, entre otras.

19 de Diciembre de 2010: diversas páginas de descargas y enlaces a streaming de música y video se apagaron en protesta contra la Ley Sinde, que prevé el cierre de este tipo de páginas que se encuentren bajo la legislación española.

5 de Enero de 2011: Para esta fecha, y a pedido del pueblo Tunecino frente a las protestas contra el presidente Ben Ali, Anonymous ha atacado varios sitios webs del gobierno de Túnez, hasta dejarlos sin funcionamiento.

28 de Enero de 2011: El gobierno Egipcio bloquea el Internet y la telefonía móvil en todo el territorio egipcio, frente a las protestas que surgieron contra el gobernador Mubarak. En esta revolución, han sido fundamentales las redes sociales para informar y organizarse.

¿A qué va todo esto? A que las descargas en Ares, los videos en youtube, la información de Wikipedia y todo lo que hacías con normalidad frente a tu computador (con una o dos manos en el teclado) sin pagar un excedente, y de libre acceso para todos, se acabó. Sí, se acabó; a menos que se comience a hacer algo al respecto.

Desde ya hace unos años, Internet se va posicionando, por excelencia, como el medio de comunicación masivo de nuestra era. Ha ido insertándose en nuestra sociedad, transformando nuestra forma de comunicarnos, de mirarnos, de gilear, de pasar el tiempo y, consecuentemente, de definir nuestra identidad como persona individual y como ciudadano del mundo.

Hemos sido testigos de la formación del prosumidor (dícese del que consume y produce a la vez); de la gran cantidad de información que se comparte en Internet, del esfuerzo conjunto por hacer la interacción online lo más vivencial posible, a través de emoticones, videos, audio y la invasión de onomatopeyas (emulando a Manco, “tócame, que soy realidad”); de que, poco a poco, nuestra vida comienza a construirse y constituirse en torno a un mundo globalizado, donde Internet es nuestra puerta a la comunidad global y la inteligencia colectiva.

Que nos trajo problemas, es algo innegable. ¿Dónde termina la privacidad de cada uno? ¿Son o no necesarios los derechos de autor? ¿Qué hacer cuando los peligros traspasan las paredes de nuestro hogar para hacerse presentes en un click? ¿Qué hacer con tanta información? ¿Cuáles son los desafíos que nos presenta en las áreas de la educación, la comunicación, el derecho?

Sin embargo, las oportunidades que nos trae consigo son innimaginables. Un espacio donde la voz de cada uno de nosotros tiene las mismas posibilidades de ser escuchadas; donde el nivel de importancia que uno puede conseguir esta ligado exclusivamente a la calidad de lo producido, no a lo cotidiano de nuestro día a día: la “vara” y los “favores”; un espacio neutral, entendido como una red libre de restricciones en los modos de comunicación y las clases de equipamiento que pueden ser utilizadas, que no restringe ningún contenido, sitio ni plataforma alguna; un espacio donde podemos soñar con un mundo más justo, libre y con igualdad de oportunidades.

Entonces, ¿a qué va todo esto? A que, quizás, el camino a lo que siempre hemos soñado este frente a nuestros ojos; y hay que defenderlo. Es un llamado a las “armas”, a las “armas” de la razón; a hacer frente los intereses de unos pocos por controlar lo que es de muchos; a defender la libertad de expresión, nuestra voz, la que hace resonar nuestros micrófonos, cuerdas vocales, dedos y teclados.

“Los próximos meses verán un nuevo mundo, donde la historia global será redefinida. Mantengámonos fuertes (The coming months will see a new world, where global history is redefined. Keep us strong)” @Wikileaks